El 21 de julio de 1988 se llevó a cabo el primer transplante de corazón en México.
Hace 30 años, Rubén Argüero Sánchez, recibió una llamada: había un donador de corazón quién había fallecido de muerte cerebral. Rubén Argüero recuerda que: “Ahí empezó todo. Me comuniqué con la jefa de servicios médicos, quien tras algunas llamadas más nos autorizó la cirugía. En ese instante entré en pánico; pero no podía fallarle a mi grupo, con el que trabajaba desde hacía un trienio. Fue un miedo mezclado con responsabilidad y compromiso lo que nos llevó a lo ya previsto”
La sala de operación se lleno de especialistas, cardiólogos, enfermeras, técnicos, anestesiólogos e instrumentistas. Rubén Argüello nos comenta que todo mundo jugó un papel escencial, hasta los intendentes que mantuvieron el escenario totalmente limpio y en perfectas condiciones para la operación.
Al rededor de las 7:00pm comenzó la operación, el paciente que recibió el corazon era José Fernando Tafoya Chávez, al informarle que iba a recibir el órgano, se quedo en silencio -dado que el riesgo de la operación en ese entonces era más alto de lo habitual- y decidió: ¡órale!. Así fue como iniciarón el proceso.
Ya para las 10:03 de la noche la operación terminó cuando el corazón comenzó a latir nuevamente en el cuerpo de su nuevo dueño. Sin embargo, momentos antes, fueron de verdadera angustia para Rubén y su equipo: “Cuando uno quita las pinzas de la aorta lo normal es que la sangre corra y empiece a palpitar; pero demoró 18 minutos, los más largos de mi vida. En el quirófano todos estaban expectantes, en silencio. Sentía mi estómago perforado por la angustia. Estaba seguro de que iba a ponerse en marcha; no sabía cuándo”.
DACEGA CORPORATION ofrece diferentes aparatos de cardiología. Visita nuestra sección de productos para más información.